Hace tiempo, platicando, dije cuáles son las 5 mayores interrogantes que me he formulado y para las que aún no tengo respuesta. Una de ellas es ¿Dios existe? Pregunta profunda sobre la que se han hecho apasionadas defensas tanto del sí como del no. Y tanto los convencidos de su existencia como los ateos se expresan como si tuvieran pruebas.
Yo creo que no es posible demostrar ni una tesis ni la otra. El ateo puede dar todos los argumentos del mundo, pero no puede demostrar la no existencia de lo que está por encima de la razón y, de acuerdo a los defensores de su existencia, por encima incluso de las leyes de la Física. El creyente puede dar todos los ejemplos y alegorías que se le ocurran, pero a final de cuentas debe admitir que la existencia de Dios es cuestión de fe.
Hay un video muy bonito que por supuesto no tiene validez histórica y que muestra a Einstein niño en una clase en la que el profesor dice que si Dios existe Dios es malvado, pues si Él creó todo, Él creó la maldad, lo que significa que Él es malvado; entonces Einstein alza la mano y le pregunta al profesor si el frío existe y tras que el profesor afirma que por supuesto que existe, el niño dice que en realidad el frío no existe, que lo que conocemos como frío es la ausencia de calor. A continuación Einstein vuelve a preguntar si existe la oscuridad, el profesor afirma que sí, y el niño dice que la oscuridad tampoco existe, puesto que en realidad es la ausencia de luz. El profesor baja la mirada avergonzado de haberse precipitado al afirmar sendas mentiras, pero el niño (genio) lo contrarremata diciendo "El mal no existe. Es como la oscuridad y el frío. Dios no creó el mal. El mal es el resultado de lo que sucede cuando el hombre no tiene el amor de Dios presente en su corazón".
Al terminar el video dan ganas de aplaudir la "sabiduría" del niño (¿es Einstein, no? desde ahí se le notaba que era un genio), aunque por supuesto, la escena es ficticia. Einstein dejó muy claro que "Creo en el dios de Spinoza, que es idéntico al orden matemático del Universo". Einstein creía en un Dios panteísta, o dicho de otra forma, la naturaleza divina de todo cuanto nos rodea, pero no creía en un Dios personal, por lo tanto no creía que Dios fuera bueno y que la ausencia de Dios fuera el origen de la maldad humana. Por otra parte, me quedo pensando que quienes hicieran un video tan interesante no tenían necesidad de mentir diciendo que ese niño era Einstein, y que al mentir denigran la intención del video, que era demostrar la existencia de Dios. Sin embargo, a mi entender, el video no demuestra la existencia de Dios, sino que en todo caso refuta una crítica hecha por el ateísmo en el sentido de que dado que la maldad existe Dios no puede existir. Creo que el video hace una refutación sorprendentemente buena, pero definitivamente no demuestra la existencia de Dios.
Hay otro video del peluquero y el cliente que durante la peluqueada lee la Biblia, y al final el peluquero le dice que él no cree en Dios, porque si Dios existiera por qué hay niños abandonados, y enfermedad, y sufrimiento. El cliente, al salir de la peluquería, se encuentra a un joven de los que dices "éste no sabe que existen las peluquerías". Entonces se le ocurre un contraargumento y regresa a explicárselo al peluquero. Le dice: "¿Sabes que los peluqueros no existen?", "¿Cómo que no, si acá estoy yo?" "No, no existen, porque si existieran no habría personas con el pelo tan largo como el de este hombre". A lo que el peluquero contesta "Los peluqueros sí existen, el problema es que estas personas no vienen a mí". Y el cliente concluye "¡Exacto, ése es el punto, Dios existe, el problema es que la gente no va a Él, por eso es que hay tanto dolor y miseria en este mundo!".
El video es brillante para refutar esa supuesta prueba de la no existencia de Dios. Pero no da ninguna prueba de la existencia de Dios. Y volvemos a quedar en lo mismo. En mi opinión no hay pruebas ni de la existencia de Dios ni de su no existencia.
Dios es una cuestión de fe. No es de hablar aquí de religión, porque religiones hay muchas y no me atrevería a afirmar que una es mejor que las otras.
El hecho es que procuro que vayamos a misa todos los domingos y procuro que mis hijos entiendan los Evangelios y aprecien el sentido de la misa. Esto puede parecer una contradicción con mis dudas sobre la existencia de Dios.
Quien no está seguro de creer en Dios no puede ser un auténtico católico, o un auténtico cristiano. Pero yo quiero creer en Dios. Quiero creer en Dios de la misma forma que quiero creer que puedo ser bueno o que quiero creer que puedo ser un buen esposo, un buen padre, un buen hijo, un buen ser humano, un buen ciudadano... Si no estoy seguro que puedo ser bueno, ¿no vale la pena ser bueno?
Puedo no estar seguro de algo, pero si quiero creer, tengo derecho a tratar de creer. Tengo derecho a querer creer en Dios, aunque tenga dudas, de la misma forma que seguramente la mayoría de las personas que afirman creer en Dios también tienen dudas.
San Juan el Bautista tuvo dudas. San Pedro tuvo dudas y negó tres veces a Jesús y es el prototipo del hombre de poca fe. Y Dios sana al hijo del que fue a ver a Jesús y dijo "Creo, Señor, ayúdame en mi incredulidad" (Marcos, 9:24). El papa Benedicto XVI dijo algo que me llena de esperanza en mi poca fe: "Lo que me llena de estupor no es la incredulidad sino la fe. Lo que me sorprende no es el ateo, sino el cristiano". En esas frases encuentro una esperanza al reconocer el mismísimo papa que lo raro es ser un hombre de fe.
Yo le pido a Dios que me ayude a fortalecer mi fe. Y si logro tener más fe, que la logre transmitir a mis hijos, porque estoy convencido de que "el que tiene fe, nunca está solo", como decía Thomas Carlyle. O como dijo Víctor Hugo: "Una fe: he aquí lo más necesario al hombre. Desgraciado el que no cree en nada". Leon Tolstoi dijo "la fe es la fuerza de la vida, si el hombre vive es porque cree en algo". Facundo Cabral: "Buscar a Dios es encontrase con uno; si tienes fe, moverás al mundo". Alejandro Dumas: "La fe es hermana de la esperanza y de la caridad". Lao-Tsé: "Poca fe se otorga a los que tienen poca fe". Marco Aurelio: "Van mal los asuntos humanos cuando queda solamente la fe en los asuntos materiales". Blaise Pascal: "La fe dice lo que no dicen los sentidos, pero no lo contrario de lo que ven. Está por encima de ellos pero no contra ellos". Khalil Gibrán: "La fe es un oasis en el corazón, que nunca será alcanzado por la caravana del pensamiento". Miguel de Unamuno: "¿Racionalizar la fe? Quise hacerme dueño y no esclavo de ella, y así llegué a la esclavitud en vez de llegar a la libertad en Cristo". Entre otras frases de la Biblia acerca de la fe, algunas me gustan particularmente, como cuando Jesús afirma (o al menos Juan 6:35 dice que Jesús dijo) "Yo soy el pan de vida. El que a mí viene nunca pasará hambre, y el que en mí cree nunca más volverá a tener sed". En Juan 7:38 Jesús afirma "De aquél que cree en mí, como dice la Escritura, brotarán ríos de agua viva". El apóstol predilecto dice en 1 Juan 5:5 "¿Quién es el que vence al mundo sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios?".
Es fácil tener más fe en Dios después de leer frases tan bellas y a la vez tan comprensivas con el que duda.
Sin embargo no estoy seguro de que uno tendría más fe si aquello en lo que se cree no genera en el alma amor y esperanza, sino miedo y dolor. Y es que no siempre a Dios se nos presenta como amor. Hay veces en que se nos presenta tan cruel y temible que el alma más bien desea no volver a escuchar sobre la existencia de Dios y definitivamente perder la fe para no volver a tener miedo de Dios.
Así encontramos las siguientes temibles frases en la Biblia. Romanos 12:19-21: "No os venguéis vosotros mismos, amados míos, sino dejad lugar a la ira de Dios; porque escrito está: Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor". Salmos 6:1 "Dios, no me reprendas en tu enojo ni me castigues con tu ira". Daniel 12:2 "Y muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados, unos para vida eterna, y otros para vergüenza y confusión perpetua". Jesús dice en Marcos 9:43 "Si tu mano te fuere ocasión de caer, córtala; mejor te es entrar en la vida manco, que teniendo dos manos ir al infierno, al fuego que no puede ser apagado". Jesús en Marcos 3:29 "Pero cualquiera que blasfeme contra el Espíritu Santo, no tiene jamás perdón, sino que es reo de juicio eterno". Jesús en Mateo 25:46 "E irán éstos al castigo eterno, y los justos a la vida eterna". Jesús en Mateo 13:41-42 "Enviará el Hijo del Hombre a sus ángeles, y recogerán de su reino a todos los que sirven de tropiezo, y a los que hacen iniquidad, y los echarán en el horno de fuego; allí será el lloro y el crujir de dientes". Apocalípsis 6:16 "Caed sobre nosotros, y escondednos del rostro de aquél que está sentado sobre el trono, y de la ira del Cordero" (el Cordero es Jesús). Apocalípsis 20:10 "y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos".
¿Cómo aumentar la fe en Dios a base de miedo? ¿Qué Dios es ése tan iracundo que castigará (nos castigará) a los que no tuvimos suficiente fe y nos echará al fuego eterno donde seremos atormentados día y noche por los siglos de los siglos? (¿¿Amén??).
¿Existe ese Dios terrible? ¿Debemos creer en ese Dios terrible? Algún ingenuo dirá que ésos son cuentos del Antiguo Testamento. Craso error. Jesús mismo es quien lo dice. Alguien dirá que seguramente las palabras de Jesús fueron malinterpretadas (yo mismo lo creo). Pero si lo fueron, entonces la Biblia, incluidos los Evangelios no pueden ser considerados Palabra de Dios, al tener tantas inexactitudes y mentiras. Alguien dirá que sí es Palabra de Dios, pero que debemos darle determinada interpretación, acorde a los tiempos. Pero, en mi opinión, cuando la Biblia pone en boca de Jesús, el Hijo de Dios, frases tan claras e inequívocas que no pueden ser reinterpretadas sin darle un giro de 180°, esas frases solamente se pueden calificar como mentiras. Y cuando un libro "sagrado" pone en boca del Hijo de Dios mentiras, pues ya no es sagrado, y ya no es Palabra de Dios, sino un libro lleno de mentiras.
La única forma en que puedo seguir considerando la Biblia como la Palabra de Dios y basar mi fe en ella es creyendo que Dios no es amor. Y yo solo creería que Dios existe pero no es amor si es tanto el miedo que tengo de irme al infierno que decido creer por la conveniencia de no ser castigado. Y el día que yo crea por conveniencia, seré un hombre muerto. Ese tipo de creencia va contra mi esencia humana, contra mi conciencia, contra mi visión humanista, contra mis valores. Y como no puedo creer en un Dios así, mi convicción es que ese Dios que frecuentemente pinta la Biblia, ese Dios que predica la doctrina católica (y la doctrina de las Iglesias protestantes y de la ortodoxa) no existe. Por consecuencia, yo nunca podré ser católico, y nunca creeré a pies juntillas en la Biblia, al menos no mientras la Iglesia católica predique que existe un infierno a donde son enviados aquellos que no creyeron en Él.
Ahora bien, ¿es posible creer en un Dios (muchos cínicos dirían un Dios a conveniencia) bueno, el Dios bueno del que hablan algunas partes de la Biblia?
Yo creo que sí. ¿Acaso la Fe tiene explicación? Yo elijo creer. Y también elijo en qué creer. Yo elijo no creer en el Dios iracundo que predica la fe católica. Yo elijo no creer en el Dios iracundo que predica el cristianismo. Yo he concluido que la Biblia no es la Palabra de Dios. También creo que la Biblia tiene pasajes realmente hermosos y profundos. Yo tomo lo bueno y desecho lo malo.
¿Es Jesús el Hijo de Dios? No lo sé. Desgraciadamente he descalificado los Evangelios como libros sagrados. Al no tener esos libros como fuente de verdad, solo me queda la fe. Pero al no haber una prédica confiable acerca de Jesús, la realidad es que no sé cómo fue Jesús. ¿Puedo creer en quien no conozco y nunca podré conocer porque no hay un texto escrito fiable acerca de Él? ¿Cabe la posibilidad de que Jesús no haya sido Hijo de Dios sino un profeta, o tal vez simplemente un hombre bueno y sabio?
¡Qué difícil es tener fe en Jesús cuando no sabemos quién fue, y ni siquiera existe un testimonio escrito fiable (la Biblia no lo es) de que existió! Aunque también es cierto que no existe un testimonio escrito fiable acerca de Dios y sin embargo existe la Fe en Dios.
¿El ser la Biblia un libro lleno de mentiras me libera de la obligación de creer en Dios? Probablemente. ¿Decido entonces no creer en Dios? Ahí está el problema. Yo quiero creer en Dios. Y en Jesús. Pero no en un Dios malo sino en un Dios bueno, todo amor. Y no en un Jesús emisario de la ira de Dios, sino en un Jesús todo amor. ¿Y por qué quiero creer en este Dios y en este Jesús buenos? Quizá porque necesito, y todo hombre necesita, creer en Dios y en el amor de Dios.
Tal vez Víctor Hugo tuvo razón cuando dijo "Una fe: he aquí lo más necesario al hombre. Desgraciado el que no cree en nada".
Tal vez el único camino a la felicidad verdadera pasa por la fe en el amor de Dios.
Hay veces en que me siento triste y entonces pienso en Dios y me comienzo a sentir feliz. Y cuando digo feliz, no es alegre, sino... feliz.
¿Me siento feliz porque pienso que Él me ama? ¿Es un autoengaño consciente? ¿O es algo más? Yo quiero creer que es algo más, quiero creer que es Dios. Y eso me hace feliz. ¿Mi fe es un autoengaño o es algo real? Yo creo que es algo real. O, al menos, quiero creer que es algo real, que es Dios.
Tal vez eso que a veces uno siente no es sino Dios en nuestro corazón que nos está llamando, es Cristo que te llama, es Dios que te busca y que te está esperando. ¿Puedo decirle que no?
Pero ¿puede una mujer olvidarse del niño que cría,
o dejar de querer al hijo de sus entrañas?
Pues bien, aunque alguna lo olvidase,
yo nunca me olvidaría de ti (Isaías 49:13-16).
Es Cristo quien te llama, se acerca más a ti, sonriendo Él te dice: ven a mí, cierra tus ojos ya, y déjate llevar. Sí, Él te eligió a ti, y tú debes decir, sí, Señor, estoy aquí, estás en mí. Sí, Él te eligió a ti, y tú debes decir, sí, Señor, estoy aquí, estás en mí. No temas su llamado, Él te iluminará, sí, Él llama a tu puerta, hazlo entrar, y así podrá a todos dar su amor. Sí, Él te eligió a ti (mi amor, amor es Cristo) y tú debes decir: Sí, Señor, sí, Señor, estoy aquí, estoy aquí, estás en mí, estás en mí....
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