domingo, 28 de diciembre de 2014

Biografía de Antonio Caso (con información recabada de Conaculta, María E. Álvarez y Enrique Krauze)

El maestro y filósofo Antonio Caso Andrade nació el 19 de diciembre de 1883 en la ciudad de México, en plena era porfiriana. Fue hijo del ingeniero de caminos Antonio Caso. Vivió en la colonia Santa María, donde llegó a formar una enorme biblioteca dada su pronta afición a la lectura.



Alguna vez escribió "Sangre de indio y sangre española es la mía. Pero soy un mexicano de pasiones serenas. Mi amor por la patria no me inspiró la profesión de político ni de soldado. Mi ideal fue el estudio, los libros, el arte, la filosofía".

Fue hermano mayor de Alfonso Caso, reconocido arqueólogo y como él, también rector de la UNAM.

Antonio Caso estudió en la Escuela Nacional Preparatoria y en la Nacional de Jurisprudencia, recibiéndose de abogado en 1908. Entre sus profesores estuvo Justo Sierra, del cual se le considera discípulo y continuador. La docencia fue una de sus más cercanas actividades, pues sostenía que la educación sería la impulsora del cambio social en México.

En 1907 impartió conferencias sobre geografía e historia en la Escuela Nacional de Artes y Oficios. Antes de recibirse de abogado, figuraba ya en la juventud intelectual que preparaba la renovación literaria e ideológica que vendría después, y que, fundara la revista Savia Moderna (1906), con los hermanos Max y Pedro Henríquez Ureña, entre otros.

Antonio Caso y un grupo de amigos, entre los que se contaban Alfonso Reyes, Pedro Henríquez Ureña, José Vasconcelos y Julio Torri, se reunían frecuentemente para tratar un amplio compendio de temas culturales, y a iniciativa de Antonio Caso le dieron forma con el nombre de El Ateneo de la Juventud. La trascendencia de ese movimiento cultural fue que representó una ruptura contra la filosofía del positivismo que reinó en México durante décadas del porfiriato, que en su vertiente elitista aducía que las sociedades siguen un camino progresista en la medida en que generan más riqueza y pone en un lugar secundario el justo reparto de esa riqueza. En contraposición, la nueva corriente, de la cual Antonio Caso fue partidario, mostraba una preocupación por el problema social y buscaba soluciones concretas para el problema de la pobreza.

Fue en 1910 el primer profesor de filosofía de la nueva Escuela de Altos Estudios (que se convertiría en la prestigiada Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional). Pronto ocupó también las cátedras de sociología y de lógica en la Escuela Nacional de Jurisprudencia y en la Escuela Nacional Preparatoria.

Vinieron años difíciles para la cultura en México pues todo el país estaba en armas, el grupo del Ateneo de la Juventud se había disuelto y los intelectuales salieron del país o se recluyeron en un silencio interior. El único héroe de las letras y las ideas que permaneció firme en su puesto y en la lucha por la educación fue Antonio Caso. Como heredero de Justo Sierra, defendió la educación con pasión en ardorosos discursos y escritos y en polémicas que captaron la atención de la nación. Los enemigos de la educación eran, en aquellos tiempos tempestuosos, los grupos y personajes revolucionarios que buscaron quitarle autonomía a la Universidad Nacional y demás instituciones y supeditarlas al arbitrio y capricho de dichos jefes. En 1911 había ya luchado contra los positivistas y en 1913 es encarcelado por el régimen de Victoriano Huerta. Se opone a la militarización de la Preparatoria repitiendo a los cuatro vientos "Haced de cada cuartel una escuela, no de la escuela un cuartel".

A partir de 1915, Antonio Caso es el único filósofo y erudito que sigue, imperturbable, enseñando, organizando, dirigiendo, encausando a las nuevas generaciones de jóvenes, que habrían de dirigir la reconstrucción de México. En esos días es cuando se convirtió en "el maestro Caso".

En los siguientes años prosiguieron los ataques contra la educación: en 1917 el ataque vino de los carrancistas, en 1923 vino del ministro de educación José Vasconcelos, y en 1934 vino del influyente líder sindicalista Vicente Lombardo Toledano. Y siempre fue el maestro Antonio Caso quien defendió, con celo y autoridad, el derecho de la Educación en México a ser libre.



Fue director de la Facultad de Filosofía y Letras y rector de la Universidad Nacional de México (que se convertiría en la UNAM) en varias ocasiones. Viajó como embajador especial al Perú en 1921, sustentó conferencias en Chile, Argentina, Uruguay y Brasil, y regresó para el centenario de la batalla de Ayacucho (1924).

Antonio Caso fue una figura continental. Sus sabias enseñanzas fueron escuchadas con veneración y aplaudidas con entusiasmo por los estudiantes de casi todas las capitales de América.

En diversas cátedras de la Universidad Nacional y del Colegio Nacional (del que fue uno de sus fundadores en 1924) enseñó a generación tras generación. Su talento oratorio y su vibrante temperamento, le permitían exponer, con impresionante vigor y fidelidad, las doctrinas del filósofo que en ese momento explicaba. Nunca un profesor en México se había consagrado totalmente al estudio de la filosofía ni, dentro de sus actividades, la cátedra había sido su expresión más personal y brillante.

El público del maestro Caso rebasaba con mucho el aforo y el ámbito estudiantil. Acudían damas de sociedad y la comunidad artística en pleno (Ramón López Velarde, Enrique González Martínez, etc.). Para fortuna nuestra contamos con testimonios de discípulos suyos que transcribían palabra por palabra, con minúscula letra, sus cátedras. En testimonio de la maestra Concha Álvarez:

Se hizo el silencio expectante. Empezó a hablar el maestro. El tema del día era Sócrates. Ante nuestros ojos asombrados resucitó Atenas… En ese ambiente situó a Sócrates.
"Recorría las calles de Atenas inquietando los espíritus de sus conciudadanos con preguntas capciosas: ¿Qué es el bien? ¿Qué es la virtud? ¿Es una ciencia? ¿Se puede enseñar?
Los atenienses se irritaban, sentíanse lastimados, confundidos. La ironía de Sócrates rompía la cáscara de su vida fácil, les preocupaba. Y Atenas empezó a odiar al terrible dialéctico".
Y así continuó la cátedra, hasta la muerte del filósofo, que describió según la célebre Apología de Platón:
"Sentí que mis lágrimas corrían en abundancia y me cubrí la cara con el manto para llorar sobre mí mismo. Pues no era la desgracia de Sócrates la que lloraba sino la mía, al pensar en el amigo que iba a perder".
Terminó la clase. Nadie se movió de su asiento. Un silencio recogido, emocionado, siguió a sus últimas palabras. Fue después, pasada un poco la emoción, que estalló el aplauso.

La obra filosófica del maestro Caso es muy rica en contenido y en diversidad de aspectos, con numerosos puntos de vista personalísimos de originalidad indiscutible. Se ha enfrentado con elegancia a diversas teorías deshaciendo muchos errores y logrando en ocasiones verdaderas conquistas que le aseguran un puesto independiente como pensador.

Sin duda, su obra más importante es "La existencia como economía, como desinterés y como caridad" (1916), en la que revela su faceta mística, de apóstol y pastor laico. El siguiente párrafo es ilustrativo de su concepción de la caridad:

"La caridad es acción… La filosofía es imposible sin la caridad; pero la caridad es perfectamente posible sin la filosofía, porque la primera es una idea, un pensamiento, y la segunda una experiencia, una acción. Tu siglo es egoísta y perverso. Ama sin embargo a los hombres de tu siglo que parecen no saber ya amar, que solo obran por hambre y por codicia. El que hace un acto bueno sabe que existe lo sobrenatural. El que no lo hace no lo sabrá nunca. Todas las filosofías de los hombres de ciencia no valen nada ante la acción desinteresada de un hombre de bien".

Su obra "El problema de México y la ideología nacional" (1924) revela su actitud laica y liberal. El conjunto de ensayos está dedicado "A México, con mi filial amor". Caso argumenta que el problema más grave de México es su falta de unidad racial, cultural y social. Es precursor de la idea de México nación cultural, que Octavio Paz desarrollaría con amplitud. En la misma obra Antonio Caso señala la Reforma como "el capítulo más glorioso de la historia patria", la época en que "los hombres parecían gigantes".

Muchas otras obras forman parte de su arsenal literario, incluyendo libros de versos como Crisopeya (1931) y El Políptico de los días del mar (1935) y numerosos ensayos, como el magnífico "Los cuatro poetas modernos" en que se admira su prosa entusiasta y poderosa y de la cual, a manera de ejemplo, se muestran los siguientes fragmentos:

"Cervantes es también la milicia espiritual de una fe, el caballero andante de una religión el paladín de un esfuerzo para santificar al hombre. Mas, no por creyente iluso, ni por religioso fanático, ni por guerrero duro e inteligente, sino dúctil como la vida misma, irónico, sarcástico, reflexivo, inteligentísimo. El iluso es Don Quijote, la ilusión Dulcinea, la locura, los molinos convertidos en gigantes y las campesinas exaltadas a princesas; pero, junto al idealismo desbordante, camina ese filósofo cachazudo e impertinente, que suele cortar las alas del ensueño y poner plomo a las de la fantasía; Sancho Panza, caballero en su rucio, prudente como el miedo, ladino como el pueblo, sereno en sus reflexiones morales y políticas como un jurisconsulto romano de los siglos de oro".
"Cervantes es dueño del sentido de la tierra. Palpa el corazón de la vida, sin detener su movimiento propulsor; se sumerge en la realidad de la historia castellana. Atisba los movimientos inesperados y ocultos de las almas; define el espíritu del siglo, que lo es discusión y lucha, de descubrimientos científicos y reforma moral y religiosa; ausculta la conciencia de las gentes; perfila caracteres y situaciones inconexos, y no se sirve ya, para expresarlos, de la lengua cadenciosa de la poesía, sino de la más bella y robusta prosa que se ha escrito jamás; desmenuza los propósitos más sutiles del idealismo de Don Quijote, a la vez que ama y se recrea en el esplendor de los episodios pasajeros, que forman el tejido y la trama de la vida vulgar, especie de túnica abigarrada, a trechos brillantes, a trechos confusa, con que cubrimos el secreto del mundo. ¡Qué fruición la suya al difundirse por la realidad hasta desentrañar de ella lo imposible!"

Antonio Caso, a quien el erudito Alfonso Reyes recordó como el del "corazón de oro, aquella sabiduría, aquel entusiasmo intelectual, aquella gracia, aquella elegancia". Expositor inteligente, gran orador y maestro incomparable en filosofía, fue además un fino y certero aficionado en todas las demás ramas de la cultura, pues el interés comprendió también el arte, el pensamiento político, así como los problemas de la acción; y si en todas las especulaciones del saber es figura distinguida, no lo es menos en la lección que nos dio con su propia vida: enseñándonos que la mejor de las tareas y al mismo tiempo la más limpia y sabia política consiste en educar para la libertad.

El maestro Antonio Caso murió en la ciudad de México el 6 de marzo de 1946, sus restos fueron trasladados a la Rotonda de las Personas Ilustres el 19 de diciembre de 1963. Descanse en paz.

sábado, 13 de diciembre de 2014

De "The pursuit of happiness" a "I have a dream"

Una de las paradojas de la Declaración de Independencia de los EEUU es que su autor, Thomas Jefferson, en su afán de defender el derecho de las 13 colonias inglesas de Norteamérica a ser independientes, fue más allá de lo que la enorme mayoría de sus habitantes pensaban. Para justificar que el trato que recibían de la Gran Bretaña era injusto, Jefferson reivindicó la igualdad de todos los hombres (por cierto, no habló de mujeres) y sus derechos inalienables, como son el derecho a la vida, a la libertad, y a la búsqueda de la felicidad. Con esta declaración, Jefferson (y todos los firmantes) reconoció implícitamente el derecho, no solo de los hombres blancos, sino de los hombres de otras razas (incluyendo los negros) a ser libres y a buscar su felicidad. Si Jefferson fue plenamente consciente de lo que dijo entra en el terreno de la polémica, pero lo dijo.

Aspecto curioso es que la Constitución que años más adelante se promulgó en los EEUU no repite ni dichas frases ni esos derechos. Y sin embargo, la Declaración de Independencia cobró pronto tal aura de grandeza que en adelante la Constitución fue interpretada bajo el espíritu de los principios de la citada declaración.

Éste es el párrafo a que he hecho mención del texto de dicha Declaración:

"We hold these truths to be self-evident, that all men are created equal; that they are endowed by their Creator with certain unalienable rights; that among these are Life, Liberty, and the pursuit of Happiness; that, to secure these rights, governments are instituted among men, deriving their just powers from the consent of the governed; that whenever any form of government becomes destructive of these ends, it is the right of the people to alter or to abolish it, and to institute new government, laying its foundation on such principles, and organizing its powers in such form, as to them shall seem most likely to effect their safety and happiness".

Así, cuando surgió la diferencia entre los Estados del Norte (antiesclavistas) y los del Sur (esclavistas), la inspiración de Abraham Lincoln guió, no en el campo de batalla, sino en el de las ideas, la lucha en contra de la esclavitud, que fue abolida en todo el territorio de los EEUU.

Sin embargo, un siglo después seguía habiendo una profunda discriminación en contra de los negros en muchas partes de los EEUU, especialmente en los estados del sureste, y en ese contexto surgió la figura de un gran líder, Martin Luther King Jr., quien pronunció un soberbio discurso (recomiendo mucho el video, que es muy emotivo) en el sitio del Memorial de Lincoln, Washington, D.C. el día 28 de agosto de 1963. Reproducir una parte de este discurso es mi intención con esta entrada de mi blog, pues lo que dijo constituye, muy probablemente, el mejor discurso que se ha pronunciado en la historia, al fundamentar de una forma muy lógica la defensa de sus ideas en la Declaración de Independencia de "los padres fundadores" y en las ideas de Abraham Lincoln. Estas fueron algunas de sus frases:

"I have a dream, that one day this nation will rise up and live out the true meaning of its creed: "We hold these truths to be self-evident, that all men are created equal".
I have a dream, that one day on the red hills of Georgia, the sons of former slaves and the sons of former slave owners will be able to sit down together at the table of brotherhood.
I have a dream, that one day even the state of Mississippi, a state sweltering with the heat of injustice, sweltering with the heat of oppression, will be transformed into an oasis of freedom and justice.
I have a dream, that my four little children will one day live in a nation where they will not be judged by the color of their skin but by the content of their character.
I have a dream today!
I have a dream, that one day, down in Alabama, with its vicious racists, with its governor having his lips dripping with the words of "interposition" and "nullification" -- one day right there in Alabama little black boys and black girls will be able to join hands with little white boys and white girls as sisters and brothers.
I have a dream today!
I have a dream, that one day every valley shall be exalted, and every hill and mountain shall be made low, the rough places will be made plain, and the crooked places will be made straight; "and the glory of the Lord shall be revealed and all flesh shall see it together.
This is our hope, and this is the faith that I go back to the South with.
With this faith, we will be able to hew out of the mountain of despair a stone of hope. With this faith, we will be able to transform the jangling discords of our nation into a beautiful symphony of brotherhood. With this faith, we will be able to work together, to pray together, to struggle together, to go to jail together, to stand up for freedom together, knowing that we will be free one day.
And this will be the day -- this will be the day when all of God's children will be able to sing with new meaning:
"My country 'tis of thee, sweet land of liberty, of thee I sing.
Land where my fathers died, land of the Pilgrim's pride,
From every mountainside, let freedom ring!"
And when this happens, and when we allow freedom ring, when we let it ring from every village and every hamlet, from every state and every city, we will be able to speed up that day when all of God's children, black men and white men, Jews and Gentiles, Protestants and Catholics, will be able to join hands and sing in the words of the old Negro spiritual:
Free at last! Free at last!
Thank God Almighty, we are free at last!"

viernes, 12 de diciembre de 2014

La Virgen de Guadalupe

Es oficial: la virgen de Guadalupe es falsa. Se han dicho muchas cosas a favor y en contra de su veracidad.

Los que hablan en su favor dicen que la NASA ya la autenticó, y que las estrellas de su manto reflejan exactamente el cielo el día que se apareció por primera vez, y que la imagen está hecha de un material que no se encuentra en la Tierra o no ha sido descubierto, y que en los ojos de la virgen se ven personas a una escala minúscula, y que el lienzo se mantiene a temperatura corporal humana.

Los que dicen que es una farsa, bueno, pues dicen que es una farsa.

Yo desde hace mucho he pensado que el lienzo de la virgen de Guadalupe y la historia de su aparición es, o una monumental mentira que nos debe llenar de indignación, o un milagro formidable que debería convencer a todas las personas del mundo de la veracidad de la doctrina católica.

Bueno, pues ya me convencí de lo primero: es una monumental mentira y nos han tratado a los mexicanos como idiotas.

Prueba 1. Una imagen vale más que mil palabras (bueno, pues que sean varias imágenes):


El lienzo antes del siglo XX



El lienzo actual:

¿Cuál es la diferencia? El lienzo actual no tiene corona. Es diferente lienzo del anterior. Lo cambiaron. El lienzo actual no data de 1531 cuando se supone fue la aparición. Es falso. El lienzo antiguo. Seguramente también. Las supuestas pruebas de autenticidad que se han hecho al lienzo nuevo son pura mentira. Y si todo es mentira con este lienzo, más aún con el anterior.

Por cierto, el famoso pintor Miguel Cabrera, autor de uno de las pinturas anteriores, dijo: "Por cíngulo tiene una cinta morada de dos dedos de ancho, que atada en medio de la cintura se le ven sueltos sus extremos. El manto le cubre modestamente parte de la cabeza, sobre el que tiene la real corona, que se compone de diez puntas o rayos". Creo que la parte de la corona es bien clara".

Otra fuente muy fiable es Francisco Javier Clavijero, quen dijo: "Por toda la parte exterior del manto se ven distribuidas con arte cuarenta y seis estrellas, ventidós del lado derecho y veinticuatro del izquierdo. Y finalmente, la sagrada imagen tiene sobre la cabeza una corona de oro de diez rayos agudos".

Prueba 2: ¿Por qué Virgen de "Guadalupe"? Es bien sabido que la original virgen de Guadalupe está en Guadalupe, España. El nombre "Guadalupe" viene de la virgen española (más antigua). ¿Y por qué tomó el nombre de una virgen española? Pues la lógica me parece que indica que porque es una pintura inspirada en la virgen de Guadalupe de España (que también es morena y también tiene estrellas en el vestido). Esta virgen española es, por cierto, la principal y más venerada de Extremadura, la región de donde privinieron la mayoría de los conquistadores españoles en el hoy territorio mexicano, incluido Hernán Cortés, lo que parece ratificar que la imagen de la virgen de Guadalupe mexicana fue copiada de la española.

Prueba 3: Fray Juan de Zumárraga, el obispo de México en 1531, a quien según la tradición guadalupana le llevó San Juan Diego la imagen de la virgen de Guadalupe, y quien según esto, validó el milagro y ordenó la construcción de un templo en el cerro del Tepeyac, nunca escribió nada sobre dicho supuesto acontecimiento ni sobre Juan Diego. Debemos suponer entonces que el suceso fue un invento posterior. Por cierto, el obispo Zumárraga escribió en su obra Regla Cristiana: "Ya no quiere el Redentor del mundo que se hagan milagros, porque no son menester, pues está nuestra santa fe tan fundada por tantos millares de milagros como tenemos en el Testamento Viejo y Nuevo".

Prueba 4: se dice que la NASA verificó que los materiales del lienzo "no es ninguno de los elementos conocidos de la tierra", pero la NASA no se dedica a nada de eso, y si el estudio hubiera sido serio, habría tenido más difusión internacional. No la tuvo. ¿Por qué? Mientras no haya mayor difusión, y con los antecedentes de la falsificación de la pintura, solo puedo arriesgar que la supuesta investigación de la NASA es un engaño más.

Prueba 5: En 1982 la abadía de Guadalupe ordenó un análisis científico a la tela y el resultado, muy poco difundido en su momento, fue que la tela es de algodón, completamente humana. El abad mandó los resultados al Vaticano, donde muy poco caso le hicieron (tan es así que el papa Juan Pablo II iniciaría el proceso de beatificación de Juan Diego).

Prueba 6:
"La existencia del indio Juan Diego no ha sido demostrada, podríamos obtener muchas firmas de eclesiásticos preparados, así como de laicos intelectuales que avalan esta carta, pero no queremos provocar un inútil escándalo, simplemente queremos evitar que disminuya la credibilidad de nuestra Iglesia".
"La imagen de la Virgen de Guadalupe es producto de una mano indígena y no de un milagro".
"Por ese precioso sincretismo religioso, fue sustituida, superada y cambiada por la verdadera devoción, a la verdadera madre de Dios: a la Diosinantzin y ya no la Tonantzin".
¿Quién dijo eso? El último abad de la basílica de Guadalupe, Guillermo Schulenburg.
¿Qué ganaba él con mentir? Nada.
¿Por qué lo hizo? ... ¿para limpiar su conciencia desenmascarando una farsa de la que él, en su posición, tenía conocimiento directo?

Prueba 7:
Es una enorme coincidencia que la Virgen María haya elegido como lugar de sus apariciones un cerro sagrado de los aztecas donde adoraban a la diosa Tonantzin. Si fuera cierta esa historia, sería prueba de un enorme sincretismo religioso que, la verdad, en ninguna parte de los Evangelios encuentro. No veo una sola cita bíblica donde se observe que Jesús hubiera querido tomar ideas de otras religiones.

jueves, 11 de diciembre de 2014

Nelson Mandela, Invictus



Desde el día en que murió Nelson Mandela, el 5 de diciembre de 2013, supe que tenía que escribir algo sobre él, con la esperanza de que algún día esto que escribo en estos blogs pueda ayudar a alguno de mis hijos, si por lo difícil de mi carácter no tengo buena comunicación con ellos. Y qué mejor que hablar de una persona a la que admiro tanto.


De raza indígena (el pueblo xhosa), víctima como todos los indígenas de su país (de raza negra) de una profunda discriminación. Muchas veces es difícil para quien no la ha padecido, entender qué es ser discriminado. Creo que el paralelismo menos malo de cuantos tenemos cercanos es cuando estamos en un restaurante y vemos entrar a alguien moreno, con mirada recelosa, y que no está vestido de acuerdo a nuestros estándares. Generalmente pensamos que qué hace esa persona ahí, que si sabrá lo que cuesta, que si querrá pedir limosna, que si querrá robar, que si olerá feo, que si se va a sentar ojalá que no se siente cerca. Me confieso culpable de esa discriminación. Y me siento profundamente avergonzado de eso, aun cuando sea algo inconsciente.

Mayoría o minoría, nadie debe nunca ser discriminado, y la gente de raza negra eran mayoría y víctimas de una terrible discriminación. Por reclamar sus derechos fue encarcelado a los 44 años de edad. Estuvo en prisión 27 años. Salió a los 71 años de edad.

Al salir de la cárcel muchos se acercaron a él pensando que querría vengarse de los que lo encerraron. Él no quería venganza, quería reconciliación.

Al convertirse en presidente de Sudáfrica predicó el perdón y la unión de todos los sudafricanos. A nivel mundial también predicó el perdón y la reconciliación.

Algunos le reprochan su apoyo a algunos dictadores como Fidel Castro y Muammar Gaddafi. Yo creo que pudo estar equivocado al creer que ellos eran buenos gobernantes, pero a Nelson Mandela no lo honramos por haber estado exento de errores. Lo honramos por sus virtudes, por su don de gentes, su humildad, su ejemplo de amor, la bondad de su alma, el perdón, su espíritu incansable en las peores adversidades.

Nelson Mandela perdonó a los que lo dañaron. Y perdonó a los que dañaron al pueblo sudafricano. Y a todos los afectados los ayudó a perdonar. No metió a nadie a la cárcel. Perdonó. Esto es lo que más me ha impactado del legado de Nelson Mandela. El perdón. Virtud humana. Virtud cristiana.

¿Podemos perdonar? ¿Debemos perdonar? Mandela creyó que sí.

Tras la SGM los aliados juzgaron a los nazis en el tribunal de Nuremberg y los condenaron a prisión. ¿Qué hubiera hecho Nelson Mandela? ¿Estaba Mandela equivocado? Quizá desde un punto de vista jurídico Nelson Mandela estaba equivocado. Todo criminal debe ir a la cárcel. Pero desde un punto de vista humano, el perdón lo es todo. Jesús perdonó todos sus pecados a todo aquél que se arrepentía. Jesús predicó el arrepentimiento. Dios nos perdona a todos una y otra vez. Jesús pidió que el que estuviera libre de pecado tirara la primera piedra. Nelson Mandela actuó como Jesús pidió que actuáramos. ¿Es eso malo? Muy difícil sí.

Perdonar como Mandela no es fácil, pero es bueno.

¿Y qué decir de su espíritu inquebrantable?

Como me es tan difícil hablar de Nelson Mandela, busqué algunas de sus frases, que aquí reproduzco:

Yo no tenía una creencia específica, excepto que nuestra causa era justa, era muy fuerte y que estaba ganando cada vez más y más apoyo.

La educación es el arma más poderosa que puedes usar para cambiar el mundo.

Aprendí que el coraje no era la ausencia de miedo, sino el triunfo sobre él. El valiente no es quien no siente miedo, sino aquel que conquista ese miedo.

Mandela: ¿Qué posibilidades tenemos de ganar la copa mundial de rugby? Asesor: Según los expertos no podremos pasar de cuartos de final. Mandela: Según los expertos, tú y yo deberíamos seguir en la cárcel. Y aquí estamos presidiendo el país.

Si quieres hacer las paces con tu enemigo, tienes que trabajar con tu enemigo. Entonces él se vuelve tu compañero.

Nunca, nunca y nunca otra vez, debería ocurrir que esta tierra hermosa experimente la opresión de una persona por otra.

He atesorado el ideal de una sociedad libre y democrática, en la que las personas puedan vivir juntas en armonía y con igualdad de oportunidades. Es un ideal por el que estoy dispuesto a morir.

Ser libre no es solamente desamarrarse las propias cadenas, sino vivir en una forma que respete y mejore la libertad de los demás.

El hecho de jugar a ser pequeño no sirve al mundo. No hay nada iluminador en encogerte para que otras personas cerca de ti no se sientan inseguras. Nacemos para hacer manifiesto la gloria del universo que está dentro de nosotros.

Debemos usar el tiempo sabiamente y darnos cuenta de que siempre es el momento oportuno para hacer las cosas bien.

Una nación no debe juzgarse por cómo trata a sus ciudadanos con mejor posición, sino por cómo trata a los que tienen poco o nada.

El perdón libera el alma, elimina el miedo.Por eso es una herramienta tan poderosa.


Nelson Mandela encontró fuerza en la prisión con un poema escrito en una hoja de papel, que leyó una y otra vez. El poema se llama Invictus, fue escrito en 1875 por un poeta inglés, William Ernest Henley. Este poema es inspirador y,
al leerlo, me pareciera escuchar en sus palabras al mismo Mandela. De alguna forma me parece que estas palabras reflejan mejor que nada al gran Nelson Mandela:

Out of the night that covers me,
Black as the pit from pole to pole,
I thank whatever gods may be
For my unconquerable soul.

In the fell clutch of circumstance
I have not winced nor cried aloud.
Under the bludgeonings of chance
My head is bloody, but unbowed.

Beyond this place of wrath and tears
Looms but the Horror of the shade,
And yet the menace of the years
Finds and shall find me unafraid.

It matters not how strait the gate,
How charged with punishments the scroll,
I am the master of my fate:
I am the captain of my soul.


En la noche que me envuelve,
Negra como un pozo insondable,
Agradezco al Dios que sea,
Por mi alma inconquistable.

En las feroces garras de la circunstancia
No he gemido ni llorado.
Bajo los golpes del destino
Mi cabeza sangra, pero no se inclina.

Más allá de este lugar de ira y lágrimas
Solo emerge el horror de las sombras,
Y sin embargo la amenaza de los años
Me encuentra y me encontrará sin miedo.

No importa cuan estrecha sea la puerta,
Cuan cargada de castigos la sentencia,
Soy el dueño de mi destino,
Soy el capitán de mi alma.

¿Dios existe?

Hace tiempo, platicando, dije cuáles son las 5 mayores interrogantes que me he formulado y para las que aún no tengo respuesta. Una de ellas es ¿Dios existe? Pregunta profunda sobre la que se han hecho apasionadas defensas tanto del sí como del no. Y tanto los convencidos de su existencia como los ateos se expresan como si tuvieran pruebas.

Yo creo que no es posible demostrar ni una tesis ni la otra. El ateo puede dar todos los argumentos del mundo, pero no puede demostrar la no existencia de lo que está por encima de la razón y, de acuerdo a los defensores de su existencia, por encima incluso de las leyes de la Física. El creyente puede dar todos los ejemplos y alegorías que se le ocurran, pero a final de cuentas debe admitir que la existencia de Dios es cuestión de fe.

Hay un video muy bonito que por supuesto no tiene validez histórica y que muestra a Einstein niño en una clase en la que el profesor dice que si Dios existe Dios es malvado, pues si Él creó todo, Él creó la maldad, lo que significa que Él es malvado; entonces Einstein alza la mano y le pregunta al profesor si el frío existe y tras que el profesor afirma que por supuesto que existe, el niño dice que en realidad el frío no existe, que lo que conocemos como frío es la ausencia de calor. A continuación Einstein vuelve a preguntar si existe la oscuridad, el profesor afirma que sí, y el niño dice que la oscuridad tampoco existe, puesto que en realidad es la ausencia de luz. El profesor baja la mirada avergonzado de haberse precipitado al afirmar sendas mentiras, pero el niño (genio) lo contrarremata diciendo "El mal no existe. Es como la oscuridad y el frío. Dios no creó el mal. El mal es el resultado de lo que sucede cuando el hombre no tiene el amor de Dios presente en su corazón".

Al terminar el video dan ganas de aplaudir la "sabiduría" del niño (¿es Einstein, no? desde ahí se le notaba que era un genio), aunque por supuesto, la escena es ficticia. Einstein dejó muy claro que "Creo en el dios de Spinoza, que es idéntico al orden matemático del Universo". Einstein creía en un Dios panteísta, o dicho de otra forma, la naturaleza divina de todo cuanto nos rodea, pero no creía en un Dios personal, por lo tanto no creía que Dios fuera bueno y que la ausencia de Dios fuera el origen de la maldad humana. Por otra parte, me quedo pensando que quienes hicieran un video tan interesante no tenían necesidad de mentir diciendo que ese niño era Einstein, y que al mentir denigran la intención del video, que era demostrar la existencia de Dios. Sin embargo, a mi entender, el video no demuestra la existencia de Dios, sino que en todo caso refuta una crítica hecha por el ateísmo en el sentido de que dado que la maldad existe Dios no puede existir. Creo que el video hace una refutación sorprendentemente buena, pero definitivamente no demuestra la existencia de Dios.

Hay otro video del peluquero y el cliente que durante la peluqueada lee la Biblia, y al final el peluquero le dice que él no cree en Dios, porque si Dios existiera por qué hay niños abandonados, y enfermedad, y sufrimiento. El cliente, al salir de la peluquería, se encuentra a un joven de los que dices "éste no sabe que existen las peluquerías". Entonces se le ocurre un contraargumento y regresa a explicárselo al peluquero. Le dice: "¿Sabes que los peluqueros no existen?", "¿Cómo que no, si acá estoy yo?" "No, no existen, porque si existieran no habría personas con el pelo tan largo como el de este hombre". A lo que el peluquero contesta "Los peluqueros sí existen, el problema es que estas personas no vienen a mí". Y el cliente concluye "¡Exacto, ése es el punto, Dios existe, el problema es que la gente no va a Él, por eso es que hay tanto dolor y miseria en este mundo!".

El video es brillante para refutar esa supuesta prueba de la no existencia de Dios. Pero no da ninguna prueba de la existencia de Dios. Y volvemos a quedar en lo mismo. En mi opinión no hay pruebas ni de la existencia de Dios ni de su no existencia.

Dios es una cuestión de fe. No es de hablar aquí de religión, porque religiones hay muchas y no me atrevería a afirmar que una es mejor que las otras.

El hecho es que procuro que vayamos a misa todos los domingos y procuro que mis hijos entiendan los Evangelios y aprecien el sentido de la misa. Esto puede parecer una contradicción con mis dudas sobre la existencia de Dios.

Quien no está seguro de creer en Dios no puede ser un auténtico católico, o un auténtico cristiano. Pero yo quiero creer en Dios. Quiero creer en Dios de la misma forma que quiero creer que puedo ser bueno o que quiero creer que puedo ser un buen esposo, un buen padre, un buen hijo, un buen ser humano, un buen ciudadano... Si no estoy seguro que puedo ser bueno, ¿no vale la pena ser bueno?

Puedo no estar seguro de algo, pero si quiero creer, tengo derecho a tratar de creer. Tengo derecho a querer creer en Dios, aunque tenga dudas, de la misma forma que seguramente la mayoría de las personas que afirman creer en Dios también tienen dudas.

San Juan el Bautista tuvo dudas. San Pedro tuvo dudas y negó tres veces a Jesús y es el prototipo del hombre de poca fe. Y Dios sana al hijo del que fue a ver a Jesús y dijo "Creo, Señor, ayúdame en mi incredulidad" (Marcos, 9:24). El papa Benedicto XVI dijo algo que me llena de esperanza en mi poca fe: "Lo que me llena de estupor no es la incredulidad sino la fe. Lo que me sorprende no es el ateo, sino el cristiano". En esas frases encuentro una esperanza al reconocer el mismísimo papa que lo raro es ser un hombre de fe.

Yo le pido a Dios que me ayude a fortalecer mi fe. Y si logro tener más fe, que la logre transmitir a mis hijos, porque estoy convencido de que "el que tiene fe, nunca está solo", como decía Thomas Carlyle. O como dijo Víctor Hugo: "Una fe: he aquí lo más necesario al hombre. Desgraciado el que no cree en nada". Leon Tolstoi dijo "la fe es la fuerza de la vida, si el hombre vive es porque cree en algo". Facundo Cabral: "Buscar a Dios es encontrase con uno; si tienes fe, moverás al mundo". Alejandro Dumas: "La fe es hermana de la esperanza y de la caridad". Lao-Tsé: "Poca fe se otorga a los que tienen poca fe". Marco Aurelio: "Van mal los asuntos humanos cuando queda solamente la fe en los asuntos materiales". Blaise Pascal: "La fe dice lo que no dicen los sentidos, pero no lo contrario de lo que ven. Está por encima de ellos pero no contra ellos". Khalil Gibrán: "La fe es un oasis en el corazón, que nunca será alcanzado por la caravana del pensamiento". Miguel de Unamuno: "¿Racionalizar la fe? Quise hacerme dueño y no esclavo de ella, y así llegué a la esclavitud en vez de llegar a la libertad en Cristo". Entre otras frases de la Biblia acerca de la fe, algunas me gustan particularmente, como cuando Jesús afirma (o al menos Juan 6:35 dice que Jesús dijo) "Yo soy el pan de vida. El que a mí viene nunca pasará hambre, y el que en mí cree nunca más volverá a tener sed". En Juan 7:38 Jesús afirma "De aquél que cree en mí, como dice la Escritura, brotarán ríos de agua viva". El apóstol predilecto dice en 1 Juan 5:5 "¿Quién es el que vence al mundo sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios?".

Es fácil tener más fe en Dios después de leer frases tan bellas y a la vez tan comprensivas con el que duda.

Sin embargo no estoy seguro de que uno tendría más fe si aquello en lo que se cree no genera en el alma amor y esperanza, sino miedo y dolor. Y es que no siempre a Dios se nos presenta como amor. Hay veces en que se nos presenta tan cruel y temible que el alma más bien desea no volver a escuchar sobre la existencia de Dios y definitivamente perder la fe para no volver a tener miedo de Dios.

Así encontramos las siguientes temibles frases en la Biblia. Romanos 12:19-21: "No os venguéis vosotros mismos, amados míos, sino dejad lugar a la ira de Dios; porque escrito está: Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor". Salmos 6:1 "Dios, no me reprendas en tu enojo ni me castigues con tu ira". Daniel 12:2 "Y muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados, unos para vida eterna, y otros para vergüenza y confusión perpetua". Jesús dice en Marcos 9:43 "Si tu mano te fuere ocasión de caer, córtala; mejor te es entrar en la vida manco, que teniendo dos manos ir al infierno, al fuego que no puede ser apagado". Jesús en Marcos 3:29 "Pero cualquiera que blasfeme contra el Espíritu Santo, no tiene jamás perdón, sino que es reo de juicio eterno". Jesús en Mateo 25:46 "E irán éstos al castigo eterno, y los justos a la vida eterna". Jesús en Mateo 13:41-42 "Enviará el Hijo del Hombre a sus ángeles, y recogerán de su reino a todos los que sirven de tropiezo, y a los que hacen iniquidad, y los echarán en el horno de fuego; allí será el lloro y el crujir de dientes". Apocalípsis 6:16 "Caed sobre nosotros, y escondednos del rostro de aquél que está sentado sobre el trono, y de la ira del Cordero" (el Cordero es Jesús). Apocalípsis 20:10 "y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos".

¿Cómo aumentar la fe en Dios a base de miedo? ¿Qué Dios es ése tan iracundo que castigará (nos castigará) a los que no tuvimos suficiente fe y nos echará al fuego eterno donde seremos atormentados día y noche por los siglos de los siglos? (¿¿Amén??).

¿Existe ese Dios terrible? ¿Debemos creer en ese Dios terrible? Algún ingenuo dirá que ésos son cuentos del Antiguo Testamento. Craso error. Jesús mismo es quien lo dice. Alguien dirá que seguramente las palabras de Jesús fueron malinterpretadas (yo mismo lo creo). Pero si lo fueron, entonces la Biblia, incluidos los Evangelios no pueden ser considerados Palabra de Dios, al tener tantas inexactitudes y mentiras. Alguien dirá que sí es Palabra de Dios, pero que debemos darle determinada interpretación, acorde a los tiempos. Pero, en mi opinión, cuando la Biblia pone en boca de Jesús, el Hijo de Dios, frases tan claras e inequívocas que no pueden ser reinterpretadas sin darle un giro de 180°, esas frases solamente se pueden calificar como mentiras. Y cuando un libro "sagrado" pone en boca del Hijo de Dios mentiras, pues ya no es sagrado, y ya no es Palabra de Dios, sino un libro lleno de mentiras.

La única forma en que puedo seguir considerando la Biblia como la Palabra de Dios y basar mi fe en ella es creyendo que Dios no es amor. Y yo solo creería que Dios existe pero no es amor si es tanto el miedo que tengo de irme al infierno que decido creer por la conveniencia de no ser castigado. Y el día que yo crea por conveniencia, seré un hombre muerto. Ese tipo de creencia va contra mi esencia humana, contra mi conciencia, contra mi visión humanista, contra mis valores. Y como no puedo creer en un Dios así, mi convicción es que ese Dios que frecuentemente pinta la Biblia, ese Dios que predica la doctrina católica (y la doctrina de las Iglesias protestantes y de la ortodoxa) no existe. Por consecuencia, yo nunca podré ser católico, y nunca creeré a pies juntillas en la Biblia, al menos no mientras la Iglesia católica predique que existe un infierno a donde son enviados aquellos que no creyeron en Él.

Ahora bien, ¿es posible creer en un Dios (muchos cínicos dirían un Dios a conveniencia) bueno, el Dios bueno del que hablan algunas partes de la Biblia?

Yo creo que sí. ¿Acaso la Fe tiene explicación? Yo elijo creer. Y también elijo en qué creer. Yo elijo no creer en el Dios iracundo que predica la fe católica. Yo elijo no creer en el Dios iracundo que predica el cristianismo. Yo he concluido que la Biblia no es la Palabra de Dios. También creo que la Biblia tiene pasajes realmente hermosos y profundos. Yo tomo lo bueno y desecho lo malo.

¿Es Jesús el Hijo de Dios? No lo sé. Desgraciadamente he descalificado los Evangelios como libros sagrados. Al no tener esos libros como fuente de verdad, solo me queda la fe. Pero al no haber una prédica confiable acerca de Jesús, la realidad es que no sé cómo fue Jesús. ¿Puedo creer en quien no conozco y nunca podré conocer porque no hay un texto escrito fiable acerca de Él? ¿Cabe la posibilidad de que Jesús no haya sido Hijo de Dios sino un profeta, o tal vez simplemente un hombre bueno y sabio?

¡Qué difícil es tener fe en Jesús cuando no sabemos quién fue, y ni siquiera existe un testimonio escrito fiable (la Biblia no lo es) de que existió! Aunque también es cierto que no existe un testimonio escrito fiable acerca de Dios y sin embargo existe la Fe en Dios.

¿El ser la Biblia un libro lleno de mentiras me libera de la obligación de creer en Dios? Probablemente. ¿Decido entonces no creer en Dios? Ahí está el problema. Yo quiero creer en Dios. Y en Jesús. Pero no en un Dios malo sino en un Dios bueno, todo amor. Y no en un Jesús emisario de la ira de Dios, sino en un Jesús todo amor. ¿Y por qué quiero creer en este Dios y en este Jesús buenos? Quizá porque necesito, y todo hombre necesita, creer en Dios y en el amor de Dios.

Tal vez Víctor Hugo tuvo razón cuando dijo "Una fe: he aquí lo más necesario al hombre. Desgraciado el que no cree en nada".

Tal vez el único camino a la felicidad verdadera pasa por la fe en el amor de Dios.

Hay veces en que me siento triste y entonces pienso en Dios y me comienzo a sentir feliz. Y cuando digo feliz, no es alegre, sino... feliz.

¿Me siento feliz porque pienso que Él me ama? ¿Es un autoengaño consciente? ¿O es algo más? Yo quiero creer que es algo más, quiero creer que es Dios. Y eso me hace feliz. ¿Mi fe es un autoengaño o es algo real? Yo creo que es algo real. O, al menos, quiero creer que es algo real, que es Dios.

Tal vez eso que a veces uno siente no es sino Dios en nuestro corazón que nos está llamando, es Cristo que te llama, es Dios que te busca y que te está esperando. ¿Puedo decirle que no?

Pero ¿puede una mujer olvidarse del niño que cría,
o dejar de querer al hijo de sus entrañas?
Pues bien, aunque alguna lo olvidase,
yo nunca me olvidaría de ti (Isaías 49:13-16).

Es Cristo quien te llama, se acerca más a ti, sonriendo Él te dice: ven a mí, cierra tus ojos ya, y déjate llevar. Sí, Él te eligió a ti, y tú debes decir, sí, Señor, estoy aquí, estás en mí. Sí, Él te eligió a ti, y tú debes decir, sí, Señor, estoy aquí, estás en mí. No temas su llamado, Él te iluminará, sí, Él llama a tu puerta, hazlo entrar, y así podrá a todos dar su amor. Sí, Él te eligió a ti (mi amor, amor es Cristo) y tú debes decir: Sí, Señor, sí, Señor, estoy aquí, estoy aquí, estás en mí, estás en mí....