lunes, 6 de agosto de 2012

Santa María Tonantzintla, corazón de México

Santa María Tonantzintla es un pueblito tan poco conocido y su iglesia tan poco visitada y tan poco llamativa por fuera, que me sorprende que me haya enterado de su existencia. Días antes de visitar Puebla en Semana Santa, al consultar una página de viajes supe de ella, y al despertarme la curiosidad me puse a buscar información acerca de su iglesia. Lo que vi me gustó tanto que yo, como guía de viaje (por default), inserté en nuestro itinerario un día para visitarla de pasadita rumbo a Cholula.
Al entrar a la iglesia, lo que vi me sobrepasó. Desgraciadamente hoy en día no está permitido tomar fotos del interior, ni siquiera si uno ofrece pagar una cuota a manera de permiso o ayuda a la comunidad, por lo que aquí tuve que recurrir a fotos de Internet (tomadas tiempo atrás, o pagando algún permiso especial, no lo sé).
Como soy malo para las palabras y nuestra visita fue muy breve, no encuentro forma de expresar lo que el interior de la iglesia me pareció, pero sobre todo, lo que me hizo sentir. Por dicha razón recurro a la ayuda de terceros, de quienes reproduzco algunos comentarios, algunos traducidos del inglés.
"No son necesarias más explicaciones, basta decir que está decorada en su interior por el pueblo indígena. La belleza es celestial. Deja bastante tiempo para esta visita, porque dentro hay muchísimo por ver. No se puede narrar cuanto placer sentimos, entre tanto arte sencillo y pleno".
"Si tuviera que elegir de cualquier iglesia en México, Sudamérica... sería ésta. Incluso mejor si es hecho con un guía indígena... con el orgullo y la pasión que tienen de esta iglesia. Éste es un "debe ver" si te gusta este tipo de historia. Nos pareció impresionante... Nos dicen que es la única iglesia de este tipo en México. He visto muchas y ninguna se compara".
"Durante la realización de un evento relevante, la Secretaría de Turismo entregó el reconocimiento a San Andrés Cholula al tener en su territorio la iglesia más bella del Estado de Puebla 2011, con el templo de Santa María Tonantzintla".
"La iglesia de Santa María Tonantzintla es una visita obligada para cualquiera que quiera vivir una atmósfera espiritual que es de otro mundo. Su domo es una visión celestial del mundo indígena como ellos lo imaginaron, un magnífico y único ejemplo de la unión de lo mexicano y lo europeo, y del sincretismo entre el cristianismo y el punto de vista indígena".

"La pregunta obligada en Tonantzintla es: ¿cuántas caritas -todas de rasgos indígenas- hay en la cúpula de la capilla. Sería extenuante intentar contarlas. Se podría afirmar que no hay ni un centímetro libre en el interior de la iglesia... Si se observa como un cielo cristiano, la cúpula es un cielo dedicado a la Virgen María. Si se mira como un cielo indígena, es un cielo dedicado a Tonantzin".
"El interior es espectacular!  rico en colores brillantes que van del amarillo, azul, rojo y blanco. Podrá ver a los ángeles rubios transformados en angeles morenos con rasgos indígenas".
"...provee un magnífico ejemplo del arte local con influencia indígena... debe ser uno de los más encantadores lugares jamás construidos en México... Las paredes están completamente cubiertas con figuras con profusión de colores o tapizadas en oro. Es una explosión de formas, símbolos y significados...".
Yo sólo puedo agregar que una persona en mi grupo, legendaria por su desinterés por todo lo artístico, que ha visitado la Capilla Sixtina, el Louvre y el Coliseo romano expresando un parco "está bonito", me dijo "esta iglesia está muy bonita". A mí con eso me basta para saber que le gustó.
A los habitantes del pequeño y bonito pueblo de Santa María Tonantzintla les interesa mucho el preservar el valor religioso de su iglesia, que representa para ellos lo equivalente a lo que para la mayoría de los mexicanos representa la virgencita de Guadalupe (Tonantzintla significa "lugar de nuestra madrecita"); es un lugar de un significado espiritual tan profundo que inspiró lo más bello y auténtico del sentir de sus constructores y decoradores.
Yo me maravillo de las riquezas semiocultas que tenemos en nuestro extraordinario país, que creo que hay que visitar con el mayor respeto, en cuanto que encarnan el sentimiento de un pueblo, lo que hace más grande a un pueblo es su alma, y este templo fue hecho con la mano en el corazón.
Para los amantes del 2 x 1, a escasos 4 kilómetros, también muy cerca de la ciudad de Puebla por el rumbo de Cholula, se puede visitar (y aquí sí tomar fotos) la iglesia del pequeño poblado de San Francisco Acatepec, que a su manera es, también, una joya del barroco mexicano. Aquí 3 fotos de las que tomamos del templo. En éste nos llamó la atención el que, con motivo de la Semana Santa, los pobladores expresan su fe adornando el interior con manualidades de papel y frutas. La  fachada es bonita y colorida y el interior tiene decorados dorados.

Tonantzintla era, en la época prehispánica, uno de los dos principales lugares de adoración a Tonantzin, "nuestra madrecita", siendo el otro el cerro del Tepeyac, donde hoy está el santuario de la Virgen de Guadalupe.
Cuando los españoles llegaron y prohibieron la adoración de los dioses locales, y poco después se inicia el culto a la Virgen de Guadalupe, éste arraigó con mucha facilidad pues recordaba a los indígenas la veneración que tenían a la diosa Tonantzin, adoración que estaba en lo más profundo de la psique del pueblo náhuatl, de la misma forma que el amor a la madre está en lo más profundo del corazón de cualquier persona.
Después de que los nahuas se vieron impedidos de mostrar su amor a Tonantzin, para ellos el venerar a la Guadalupana representó el recuperar parte de su alma, y de ahí fue arraigando de una forma muy personal el culto a la madre de Dios.
Cuando los frailes construyeron esta iglesia, con un tino excelente decidieron que fueran los propios escultores y artesanos indígenas los que se encargaran del interior, dejándoles casi completa libertad de esculpir y pintar como quisieran (algo que no ocurrió en ninguna otra parte de México) y el resultado fue una profusión de caritas morenas, frutas, plantas, penachos, flores, niños, pájaros, serpientes, etc.
Me gustaría haber visto la cara del obispo de Puebla cuando visitó la iglesia terminada y vio semejante espectáculo "pagano". Pero ya ni forma de darle marcha atrás.
Visitar la iglesia de Santa María Tonantzintla es adentrarnos en el alma mexicana, una mezcla imposible de lo indígena y lo español.

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